Diego no conocía la mar. El padre, Santiago Kovadloff, lo llevó a descubrirla.Viajaron al sur.Ella, la mar, estaba más allá de los altos médanos, esperando.Cuando el niño y su padre alcanzaron por fin aquellas cumbres de arena, después de mucho caminar, la mar estalló ante sus ojos. Y fue tanta la inmensidad de la mar, y tanto su fulgor, que el niño quedó mudo de hermosura.Y cuando por fin consiguió hablar, temblando, tartamudeando, pidió a su padre:—¡Ayúdame a mirar!


Eduardo Galeano, El Libro de los abrazos (1)

jueves, 16 de octubre de 2014

4 º ESO COMENTARIO DE TEXTO

Para practicar y mejorar los comentarios de textos literarios , nada mejor que leer comentarios de texto . Aquí tenéis un comentario de texto de un poema de Gustavo Adolfo Bécquer. Después de leerlo escribe en tu libreta cuáles son tus mayores problemas para hacer un comentario .

 
 
A continuación tenéis el comentario de texto que repartí en clase y del que os examinasteis:

COMENTARIO DE TEXTO

La canción del pirata

José de Espronceda

 
 
Este célebre poema pertenece al escritor José de Espronceda (1808-1842), uno de los máximos representantes de la poesía española del Romanticismo (primera mitad del siglo XIX). En concreto, se englobaría dentro de sus poemas líricos, dedicados a la defensa de los marginados por la sociedad (“El mendigo”, “El reo de muerte”, “El verdugo”, etc.).


Es un canto a la libertad, encarnada en la figura del pirata, que es un ejemplo de personalidad que vive al margen de la sociedad, despreciando las convenciones y los bienes materiales.

 
En cuanto a la medida de los versos, se combinan los octosílabos con los tetrasílabos y riman generalmente en consonante, aunque a veces también lo hacen en asonante (en el estribillo, por ejemplo) y en otras ocasiones quedan sueltos. Este esquema métrico es característico del Romanticismo, que defiende la libertad también en los aspectos formales de sus obras (polimetría).


Desde el punto de vista interno, podríamos dividir el poema en dos partes:
En la primera (v. 1-16) se nos presenta y sitúa al personaje en su barco. Esta parte es descriptiva.
En la segunda (v. 17-105) es el propio pirata quien toma la palabra, y en un exaltado monólogo, describe su vida y su carácter (es orgulloso, temerario, valiente, temido…) y expone sus ideales y principios (resumidos en el estribillo).
 

El poema presenta una gran cantidad de recursos retóricos que afectan a los distintos planos de la lengua. Dentro del plano fónico, destaca el uso que el poeta hace de las aliteraciones. Por ejemplo, la repetición de la vibrante “r” que intenta imitar el sonido de la tormenta y de los cañones (“del ronco mar los bramidos y el rugir de los cañones”), por lo que cabría hablar incluso de onomatopeya. También hay alguna paranomasia: “la luna / la lona”. Estos recursos fónicos le conceden al poema una mayor sonoridad.

En cuanto al plano sintáctico, destacan los hipérbatos (“del negro mar sus bramidos”) y las elipsis verbales, por ejemplo, en el estribillo. También en esos versos es llamativa la anáfora, pues los dos primeros versos y los dos siguientes comienzan con las mismas palabras (“Que… que… mi… mi…”) y el paralelismo, pues también se repite en ellos la misma estructura. Las exclamaciones (¡Barco viene!) e interrogaciones retóricas (“¿qué es la vida”) contribuyen a remarcar el ritmo del poema. De igual manera, las enumeraciones (a veces con polisíndeton) dan rapidez a la composición: “que ni enemigo navío, ni tormenta, ni bonanza…”.

Dentro del plano semántico, tenemos abundantes metáforas (“olas de plata”, “Que es mi barco mi tesoro”), hipérboles (“el barco vuela”, “cien naciones a mis pies”) y personificaciones (“en la lona gime el viento”).

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Podemos cerrar este comentario diciendo que este poema es muy representativo del movimiento romántico, tanto por sus características formales como por las temáticas. Desde el punto de vista formal, se trata de una composición caracterizada por la libertad métrica y por un ritmo marcado y cambiante, que se presta a una recitación enfática y grandilocuente, muy del gusto de los románticos. Además, el estilo es bastante recargado y pomposo. Desde el punto de vista temático, tenemos a un personaje típicamente romántico, el pirata, arquetipo de personalidad rebelde, al margen de las normas sociales, que tiene como máximo ideal la libertad. Otros temas que también están presentes en este poema y que son típicos del Romanticismo son el individualismo (el pirata exalta su “yo” continuamente), el poco aprecio a la vida que muestra (“¿qué es la vida? Por perdida ya la di”) y las ansias de evasión del poeta, que se evidencian en el hecho de que el barco se dirija a Estambul (Oriente, destino exótico). Por último, también la ambientación es característica de este movimiento: el mar, que es su patria, es un espacio que representa la libertad y que además se muestra tan rebelde como el propio protagonista.

 

 

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