Diego no conocía la mar. El padre, Santiago Kovadloff, lo llevó a descubrirla.Viajaron al sur.Ella, la mar, estaba más allá de los altos médanos, esperando.Cuando el niño y su padre alcanzaron por fin aquellas cumbres de arena, después de mucho caminar, la mar estalló ante sus ojos. Y fue tanta la inmensidad de la mar, y tanto su fulgor, que el niño quedó mudo de hermosura.Y cuando por fin consiguió hablar, temblando, tartamudeando, pidió a su padre:—¡Ayúdame a mirar!


Eduardo Galeano, El Libro de los abrazos (1)

jueves, 23 de enero de 2014

EL CANTAR DEL MÍO CID - 3 ESO

Si os interesa saber algo  más de este clásico de la literatura española  consulta este enlace : http://www.elpais.com/static/viajero/castillaleon/miocid/el_cantar.html

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