Diego no conocía la mar. El padre, Santiago Kovadloff, lo llevó a descubrirla.Viajaron al sur.Ella, la mar, estaba más allá de los altos médanos, esperando.Cuando el niño y su padre alcanzaron por fin aquellas cumbres de arena, después de mucho caminar, la mar estalló ante sus ojos. Y fue tanta la inmensidad de la mar, y tanto su fulgor, que el niño quedó mudo de hermosura.Y cuando por fin consiguió hablar, temblando, tartamudeando, pidió a su padre:—¡Ayúdame a mirar!
Eduardo Galeano, El Libro de los abrazos (1)
¿Este es el fragmento de clase?
ResponderEliminarNo , Victor , este es otro fragmento en el que Celestina visita por primera vez a Melibea para hablarle de Calisto .
ResponderEliminarPor cierto , aprovecho para comentarte que el jueves estaré de excursión con el grupo INTEGRA así que tendreís la hora entera para estudiar para el examen .Por favor , comunícalo al resto . De todas formas mañana pasaré a comunicarlo al grupo en persona .
EliminarVale, muchas gracias Amparo.
ResponderEliminarAhora miraré el vídeo y le diré a la gente lo del jueves.
Por cierto Amparo cambia la fecha del blog porque va un poco mal.
ResponderEliminarahora lo comunico yo también a la gente!
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